La accesibilidad es el grado en el que todas las personas pueden utilizar un objeto, visitar un lugar o acceder a un servicio, independientemente de sus capacidades técnicas, cognitivas o físicas.
Para promover la accesibilidad se hace uso de ciertas facilidades que ayudan a salvar los obstáculos o barreras de accesibilidad del entorno, consiguiendo que estas personas realicen la misma acción que pudiera llevar a cabo una persona sin ningún tipo de discapacidad.
Estas facilidades son llamadas ayudas técnicas.
Entre éstas se encuentran el alfabeto Braille, la lengua de señas, las sillas de ruedas, las señales auditivas de los semáforos, etc.
Considerando "los derechos de las personas con discapacidad", la accesibilidad es un derecho que implica la real posibilidad de una persona de ingresar, transitar y permanecer en un lugar, de manera segura, confortable y autónoma.
Ello implica que las barreras de entorno físico deben ser suprimidas.
En medicina es una de las características básicas de la atención primaria, junto con la coordinación, la integralidad y la longitudinalidad.
La accesibilidad es la provisión eficiente de servicios sanitarios en relación con las barreras organizacionales, económicas, culturales y emocionales.
Las tecnologías de apoyo son cualquier producto (incluyendo dispositivos, equipos, instrumentos, tecnología y software) que es usado para incrementar, mantener o mejorar las capacidades funcionales de personas con discapacidad.
La específica para las personas con trastorno visual es la Tiflotecnología.
Este tipo de tecnología puede ser común del mercado, especial o adaptado para su uso.
El uso de estas tecnologías es permanente mientras exista la discapacidad del usuario.
La desventaja de ellas es que se encuentran disponibles a la venta solo en las ciudades y esto incrementa los costos para los que viven alejados de estas.